«Actor y poema son lo que se ve, porque son cuerpos»

Hace tiempo ya le hice esta entrevista al escritor Alberto Hernández, dado a los aspectos conceptuales acá esgrimidos, consideré colocar para los lectores:

Juan Martins: existe una relación entre el proceso creador del poeta y el del actor. En tanto que ambos construyen su proceso poético (de)codificando la palabra. De acuerdo a esta afirmación, ¿qué puede decirnos en su condición de escritor y según la experiencia que adquirió como actor? ¿Podría usted establecer por lo demás una relación entre ambos géneros?
Alberto Hernández: Un personaje teatral es una metáfora, un sujeto virtual que se realiza en escena y llega como una verdad al espectador. La construcción de ese personaje exige un estudio de su adentro, así como de los gestos y desplazamientos de su devenir material. Esa misma construcción ocurre con el poema. El poema es un personaje que se crea en la medida en que va naciendo. Una vez escrito, vivo, es parte del lector. Es ya el lector, así como el personaje repasa la vida del espectador. El teatro como género es la acción frente a un ojo que lo reinventa. Como acción vitaliza el texto, lo dramatiza, lo metaforiza, lo oxigena. La poesía es palabra, voz cruda de un imaginario. Revela también el adentro para hacerse parte de quien lo comparte con el autor, el lector. De manera que existe una relación entre el actor y el texto poético o literario. Es más, con el texto diario del colectivo. Un poema puede ser teatro cuando el actor es capaz de respirar en escena y darle la fuerza dramática suficiente para que su contenido sea «visto» por el público.
JM: Debe el actor formalizar su discurso de manera que le permita reconocer(se) en los signos que el autor escribe y que luego debe (de)codificar para la representación actoral?
AH: Por supuesto, el teatro como doble rostro, en el que la palabra y el gesto fecundan su existencia, es una forma para desentrañar sus contenidos, el significado del mundo y la atmósfera exterior, el espacio visible, pero también el espacio interior. Un actor proyecta el otro del dramaturgo, pero también el yo de sus personajes. Se decodifica en la medida en que transita por el mismo discurso.
JM: ¿Cómo identifica una relación ente el poema (en tanto palabra escrita) y la representación del actor?
AH: Actor y poema son lo que se ve, porque son cuerpos. La poesía, al decir de Paz, es un estado del alma, mientras que el poema es la interpretación escrita de ese estado. Es decir, el poema es el esqueleto del sentir del poeta. Igual sucede con el actor. Éste interpreta la sensibilidad de un escritor que inventa un personaje. De modo que el actor es el cuerpo de un sujeto que le fue ajeno, pero que lo hace él en la medida en que lo estudia. El poema no es representación, como sí la poesía, mientras que el actor ejecuta una representación. El poema es inmanente. La poesía trascendente. El actor es inmanente. El personaje es trascendente.
JM: ¿Podríamos decir que el actor, en el momento de la representación, es autor de su propio lenguaje? De ser así, ¿cómo construye ese lenguaje?
AH: El actor es un lenguaje porque desarrolla una estrategia comunicacional. Es lenguaje. La manera de expresar el discurso verbal, su cuerpo mismo, sus movimientos, su sola presencia en escena revela una connotación, una re-creación del mundo.
Él no construye un lenguaje: se construye como tal desde otro lenguaje, desde los signos que le ha aportado el texto del dramaturgo. Para lograr concatenar lo que representa como sujeto en acción con el texto que ahora le pertenece, debe valerse de la codificiación, de los valores de él como actuante y de los del «parlamento». Es decir, existe entre ambos una relación axiológica. Una vez logrado este evento, el actor es auto de su propia existencia en escena.
JM ¿Considera que un dramaturgo debe formalizar en su discurso una poética para el actor. Es decir, un conjunto de signos verbales y no-verbales de manera que esto le permita al actor ir edificando su discurso en conjunto con el autor.
AH: Una poética del actor tiene como referencia lo antes mencionado. Es decir, una axiología, una ética en la que se cuestiona la realidad y se funda un nuevo universo. En esa medida debe saberse usuario de la palabra, de los signos verbales que dignificarán la presencia de su texto en acción. Así, el actor reelabora un discurso unido al dramaturgo. Un solo lenguaje que es la síntesis del teatro: la representación, para obtener de la mirada y sentimientos del público el asentimiento o el rechazo. Pero más allá de esto último, ya existe en escena un sujeto construido desde el dramaturgo para el actor, reconstructor de la palabra.

7 comentarios en “«Actor y poema son lo que se ve, porque son cuerpos»

  1. Pingback: «Poética del desatino» de Alberto Hernández « Alberto Hernández

  2. Uma entrevista assim, entre um autor de teatro e um poeta, todos de grande e bela expressão, devia estar presente mais vezes junto a grande imprensa, para chegar a mais pessoas, para revelar muito mais o que é fazer poesia com o teatro e o que é fazer poesia sempre. Parabéns Juan e parabéns Hernández.

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